Como ya anunciamos el pasado lunes 28 de julio se celebro la ‘Cencerrada de San Pedro’, una tradición que queríamos rescatar del pasado y que contó con gran aceptación por parte del público infantil, a quien estaba dirigido. Fueron muchos los niños, y otros no tan niños, que nos acompañaron en el recorrido haciendo mucho ruido con los cencerros.
Aprovechamos para agradecer a Mari Paz, de la ludoteca ‘Brinki’, por su apoyo, además de a todos los vecinos que nos prestaron desinteresadamente sus cencerros y por supuesto a todos los que participasteis.
Les dejamos algunas (aún no están todas) imágenes de la cencerrada.
Aprovechamos para agradecer a Mari Paz, de la ludoteca ‘Brinki’, por su apoyo, además de a todos los vecinos que nos prestaron desinteresadamente sus cencerros y por supuesto a todos los que participasteis.
Les dejamos algunas (aún no están todas) imágenes de la cencerrada.
3 comentarios:
Aquellos que participamos en la cencerrada la valoramos como un éxito. Hay que decir que sin la colaboraciónd desinteresada de las personas que nos prestaron los cencerros esta actividad no habría sido posible. Desde aquí nuestro agradecimiento a Joaquín Tornay Astete, Benito García Pérez, Juan García Pérez, Andrés Hidalgo y a las familias de todos ellos.
Además de a los pastores y ganadaderos que prestaron casi cincuenta cencerros, la cencerrada contó con el entusiasmo de otras personas como Paco Hidalgo, José Antonio Piedra o Salvador Soto que con sus caracolas hicieron que el sonido de la actividad ganara en autenticidad y nos rememorara las cencerradas de otras épocas.
La caracola de José Antonio Piedra tiene mucha historia, ya que perteneció a su abuelo, el cual la utilizaba como medio para comunicarse con otros carboneros en los días de largas jornadas en el campo.
Desde aquí un abrazo a estas personas que hay ayudado al resurgir de la cencerrada del día de San Pedro.
Aunque sea en pocas líneas, quiero felicitar a la Asociación por la iniciativa de recuperar una tradición que creía pérdida y que como tantas vivencias de mi infancia, deseo seguir transmitiendo a mi hijo. Gracias Salvi, gracias Paco y gracias al resto de compañeros que habéis colaborado en recuperar esta tradición. Ojalá ésta tenga continuidad en el tiempo, y que no sea la única. Un saludo
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